Alfredo Maneiro

El 24 de octubre de 1982, falleció en Caracas, a los 46 años, prematuramente, Alfredo Maneiro. Hace treinta y dos años de su ausencia. Militante de la Juventud Comunista desde estudiante. (En esta misma página hay una breve biografía). En 1971, en una de las últimas divisiones del Partido Comunista, rehusó formar parte del MAS, producto de ese proceso que le tocó vivir. A partir de entonces, su pensamiento crítico y avanzado le llevó a dedicarse a la construcción de un complejo de organizaciones populares, de forma horizontal, de abajo hacia arriba, democrática, sin estructuras preconcebidas en el sector popular y sindical fundamentalmente y también en el ámbito  estudiantil y cultural. Con especial énfasis en el sector laboral, concretamente en Ciudad Guayana, en el estado Bolívar, asiento de las Empresas Básicas; entre ellas Sidor, donde se forjó el movimiento de trabajadores de Los Matanceros, referidos a la Zona de Matanzas, sede de la Siderúrgica del Orinoco, al que Maneiro dedicó tiempo y esfuerzo en su orientación e incorporación de nuevos liderazgos en la construcción de una organización política diferente, que al poco tiempo se convirtió en La Causa R.

También el esfuerzo de Alfredo se volcó hacia el sector popular, concretamente en la populosa Catia, Parroquia Sucre de Caracas, se construyó Pro-Catia con una actividad vecinal, deportiva y cultural que dejó huella en los catienses de la época al legislar desde la calle para hacer mas democrática la representación en la institución municipal. Lamentablemente, a raíz de la desaparición de Maneiro, los compañeros de Pro-Catia dejaron de formar parte de este esfuerzo común. En el medio estudiantil universitario se creó el movimiento Prag en la UCV y BAFLE en la ULA en Mérida; la Ruta R en Barquisimeto, estado Lara, entre otras experiencias. Cabe destacar La Casa del Agua Mansa, en Caracas, que agrupaba actividades de tipo cultural, foros, charlas, exposiciones abiertas a la creación intelectual.

Desde entonces, mucha es el agua que ha corrido bajo los puentes en este país y en el mundo. Maneiro no pudo vivir la caída del Muro de Berlín, que consecuencialmente se llevó, o redujo a pocos países la construcción del socialismo tradicional. Por otra parte, es público y notorio cómo el actual proceso y su máximo líder, fundamentalmente, citaba a Maneiro con cierta frecuencia, y lo ponía como ejemplo, asumiendo para su movimiento, la aplicación de algunas de las cualidades señaladas por Maneiro en sus escritos.

Uno de los primeros trabajos de Maneiro, “Notas sobre organización y política” (1971), es una crítica a la construcción de las organizaciones de vanguardia de ese entonces y una disertación sobre la calidad y la eficacia que debían reunir las mismas: “Por eficacia política  -señala-  entendemos la capacidad de cualquier organización política para convertirse en una alternativa real de gobierno y para, eventualmente, llegar a dirigir éste.” (págs. 56-57, ob cit.). Extrapolándola al actual proceso, podríamos decir que el Psuv cumple con este requisito, independiente de las críticas que puedan hacérsele. En la toma del poder han sido eficaces, así como para mantenerse en el mismo.

Más adelante, en el mismo trabajo, Maneiro  se refiere al tema de la calidad revolucionaria y afirma: “Por calidad revolucionaria, entendemos la capacidad probable de sus miembros para participar en un esfuerzo dirigido a la transformación de la sociedad, a la creación de un nuevo sistema de relaciones humanas” (pág. 59, ob cit.) y más adelante precisa y aclara:  “En realidad, existen organizaciones revolucionarias que parecen sólo preparadas para adueñarse del aparato del Estado existente con el objeto de ‘ponerlo en marcha para sus propios fines’”. (ob. Cit. Pág. 61).

Esta segunda cualidad, calidad revolucionaria, es de la cual, efectivamente, carece el actual proceso. Lo que hemos presenciado en los procesos electorales con la participación de todos los poderes, Ejecutivo, Legislativo, Judicial; PDVSA, otros institutos, sectores de las Fuerzas Armadas, Corpoelec; y Poder Electoral, en función de garantizar el triunfo de las candidaturas oficialistas, constituyendo una clara violación de la Constitución.